La pieza fundamental de una historia es el PERSONAJE.
Como lo mencionamos en el post anterior, una historia
consiste en “un personaje al que se le presenta un conflicto y trata de
resolverlo”.
Para que un personaje funcione dentro de una historia
requiere de dos “elementos” que con mucha frecuencia solemos no considerar o no
darle la importancia requerida: el OBJETIVO y la MOTIVACIÓN.
Todos tenemos un deseo, sueño o una necesidad insatisfecha:
y nuestro personaje también. Este es el OBJETIVO.
Nuestros personajes siempre deben iniciar una historia
“queriendo” o “deseando” algo. Sea intentando cambiar su situación inicial o
tratando de mantenerla. Ralph el demoledor, Mr. Increíble y el Rayo McQueen
buscan reconocimiento; Woody, Bolt, Shreck y Marlin, el padre de Nemo, mantener su
statu quo.
Retomando los ejemplos del anterior post, en el primero
vemos una locomotora cuyo objetivo es llegar a tiempo a su estación. En el
segundo, el amor entre la pareja de pulpos, y en el tercero mantener la
“normalidad” entre la bandada de pájaros.
Si conocemos el “objetivo” de nuestro personaje, sabremos
con mayor certeza donde atacarlo y provocar un CONFLICTO que dé inicio a
nuestra historia.
Un tip que hace mucho más interesante y humano el objetivo
de un personaje es condimentarlo con “algo” de mezquindad. Nuestros personajes
no son reinas de belleza que quieren “la paz para todo el mundo”. Sino deben
ser tan genuinos y defectuosos como cualquier ser humano. O analicen como son y
qué es lo que quieren personajes, que a mi parecer son los mejores que se han
creado en los últimos tiempos: Sheldon Cooper, Gregory House, Jack Sparrow o el insustituible Homero Simpson.
Es evidente que el objetivo inicial del personaje, no
necesariamente será su objetivo final en la historia. Es lo que en términos
“guionísticos” podríamos denominar “lo que quiere y lo que en realidad
necesita”. Todo esto lo abordaremos en posteriores post.
Volviendo a lo que nos incumbe, y en el caso particular de
historias cortas, la magnitud en la que “ataquemos” el OBJETIVO del personaje
debe afectarlo de manera tal que lo impulse a actuar. Esta es la MOTIVACIÓN.
Debemos lograr que el CONFLICTO ponga en “riesgo” algo de
suma importancia para el personaje y no tenga otra alternativa que enfrentarlo.
«Un "tesoro" que ganar o una "fortuna"
por perder, debe comprometer y motivar al personaje para enfrentar el conflicto»
En historias largas, tendremos más tiempo y oportunidades
para golpearlo repetidamente hasta que reaccione y decida actuar.
Esto, por el momento.
http://ivanimador.blogspot.com